Escuchar
música que nos gusta nos ayuda a liberar endorfinas y eso es bueno para la
salud de nuestro corazón.
La Musicoterapia es una disciplina
relativamente nueva en el ámbito sanitario institucional, no obstante no sería
difícil encontrar huellas de ésta en épocas remota. En el campo de la salud,
esta profesión es hoy objeto de un creciente interés en el ámbito médico.
En
la Musicoterapia, o Terapia Musical, se utiliza la música y el sonido para
responder a necesidades tanto físicas, cuanto emocionales, cognitivas y
sociales. En este sentido es una disciplina integral, apta pues a insertarse
como protagonista en la tendencia moderna hacia una comprensión holística de la
salud, es decir basada en una concepción del paciente como un conjunto de
mente-cuerpo-espíritu.
Neurocientíficos de la Universidad de
Montreal, han investigado los procesos cerebrales en individuos que son expuestos
a la música, llegando a la conclusión de que gran parte del placer inefable que
produce escuchar buena música, está a cargo de la estructura del cerebro
conocida como núcleo accumbens. Este conjunto neuronal del cuerpo estriado, es
el responsable de emociones como la risa, la adicción y el placer.
Del mismo modo se ha llegado a la
conclusión con estudios científicos (escáner de ondas cerebrales), que la
música clásica produce beneficios tangibles en nuestro cuerpo. Una sesión
diaria de música barroca relajante como Handel, Bach o Vivaldi, puede ayudarnos
a atenuar el dolor o los estados de ansiedad extremos. En pacientes sometidos a
biopsias, la escucha de Bach, dio como resultado una disminución en los niveles
de presión arterial y tensión muscular.
El conocido como efecto Mozart, es célebre
por ayudar supuestamente la inteligencia. Según los científicos, la música del
genio de Salzburgo optimiza la resolución de los procesos espacio-temporales y
cognitivos, sin embargo el efecto duraría solamente quince minutos.
La musicoterapia se utiliza en enfermos de
Alzheimer ya que facilita la socialización del paciente y mejora sus
alteraciones de conducta y personalidad. Una actividad puede ser utilizar
instrumentos musicales básicos para que el paciente pueda expresarse con ellos
y también conectar con él a través de la música que disfrutó por ejemplo en su
infancia o adolescencia.
Pero sus beneficios no acaban ahí, la
música es buena para muchas cosas: escuchar música que nos gusta nos ayuda a
liberar endorfinas y eso es bueno para la salud de nuestro corazón, es
beneficiosa para los bebés y los niños, reduce la tensión muscular y mejora el
movimiento, estimula la digestión, favorece la sexualidad, genera la sensación
de seguridad y bienestar.
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